
Lo llaman “oculingus” o "beso japonés" y consiste en lamer o tocar los ojos abiertos de la pareja hasta penetrar la zona ocular, por ello es que hay mayor riesgo de contraer infecciones.
Y es que en la boca hay una gran cantidad de bacterias, que al estar en contacto con la parte interna del ojo puede provocar algún grado de conjuntivitis.
Los expertos también advierten sobre el posible contagio de herpes, en caso que quien lama el ojo presente alguna erupción en la lengua.
“Hay crestas en la lengua que pueden causar una abrasión corneal. Y si una persona no se ha lavado la boca podría poner ácido de productos cítricos o especias en el ojo”, explicó el oftalmólogo David Grane
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